CONCEPTOS GENERALES

Cuando es necesario disponer de movilidad en las comunicaciones, depender de un enlace físico como es un cable (en cualquiera de sus modalidades) supone una seria restricción para conseguir la plena libertad de movimientos.
Para evitar las restricciones derivadas de la utilización de cables, las conexiones inalámbricas se convierten en la alternativa perfecta.

La comunicación sin hilos ha estado disponible desde hace ya bastante tiempo, siendo su principal aplicación las comunicaciones de voz. Hoy en día, millones de personas utilizan los sistemas de radio de dos vías para comunicaciones de voz punto a punto o multipunto, con total normalidad. Sin embargo, en lo que se refiere a la transmisión de datos binarios, aunque los ingenieros ya disponían de las técnicas para modular la seņal de radio con la que conseguir comunicaciones digitales, sólo recientemente se han desarrollado servicios inalámbricos para datos a gran escala.
Desde hace algunos aņos, el potencial de esta clase de redes hizo que aparecieran los primeros sistemas que utilizaban ondas de radio para interconectar ordenadores. Estos primeros sistemas inalámbricos eran dependientes totalmente de su fabricante en cuanto a implantación y conectividad, lentos (con velocidades de 1,5 Mbps) y concebidos para cubrir un reducido grupo de aplicaciones. Pero con el desarrollo tecnológico alcanzado en el transcurso de estos últimos aņos, han ido apareciendo nuevas soluciones ampliamente estandarizadas y funcionales que muestran una de las tecnologías más prometedoras, en la que se pueden comunicar sistemas informáticos y dispositivos de diversa naturaleza y capacidades mediante la tecnología inalámbrica basados en la emisión de ondas de radio o de luz infrarroja.

Surge así, entonces, el concepto de WLAN (Wireless Local Area Network) que se corresponde con un sistema de comunicación de datos flexible utilizado como alternativa a la redes locales cableadas (o como una extensión de ellas).
Este tipo de redes se diferencia de las convencionales principalmente en la capa física y en la capa de enlace de datos, según el modelo de referencia OSI.
La capa Física (PHY) indica cómo son enviados los bits de una estación a otra. La capa de Enlace de Datos (MAC) se encarga de describir cómo se empaquetan y verifican los bits de manera que no tengan errores.
Las demás capas se encargan de los protocolos, de los puentes, encaminadores o puertas de enlace que se utilizan para conectarse.
Los dos métodos que se emplean para reemplazar la capa física en una red inalámbrica son la transmisión de Radio Frecuencia y la Luz Infrarroja.

Con estos dos medios de transmisión inalámbricos se pueden establecer diversas clasificaciones que ayudan a su mejor comprensión técnica.

Los sistemas por infrarrojos, según el ángulo de apertura con que se emite la información, pueden clasificarse en: Por su parte, las comunicaciones inalámbricas que utilizan radiofrecuencia pueden clasificarse en:

SISTEMAS DE RADIOFRECUENCIA

Las redes inalámbricas que utilizan radiofrecuencia pueden clasificarse atendiendo a su capa física: Existen dos técnicas de modulación cuando se hace uso de la técnica del espectro disperso: Independientemente de las técnicas de modulación de las seņales, la potencia de transmisión es otro aspecto importante en los sistemas de radiofrecuencia. En general, los productos comerciales que utilizan estas tecnologías tienen limitada la fuerza radiada en la antena debido a las normativas existentes (1.000 mW por MHz para EE.UU. 100 mW en Europa y 10 mW para Japón).